sábado, 18 de octubre de 2008

La crisis y sus amenazas

Desde el desayuno, cuando pongo la tele, me abruman con malas noticias económicas. Pareciera que el mundo se viene abajo y que dentro de pocos años, o quizá meses, andaremos mendigando por la calle y comiendo en “ollas populares” o en alguna sociedad de beneficencia. Sin embargo el futuro no me parece tan malo; nada estimula tanto a la gente como la pobreza colectiva, sobre todo sí ésta es súbita.

Cuando la pobreza viene de lejos, se anulan las respuestas colectivas; toda desgracia parece natural y el mundo “siempre ha sido así”. Pero cuando la sociedad se empobrece de un día para otro, entonces la clase media sale a la calle, se arman “caceroladas” sonoras y el gobierno se ve abocado a grandes convulsiones. Todo esto hace las delicias de los periodistas… y también de alguna gente como yo, que no teme la pobreza porque, entre otras cosas, me encantaría estar esperando mi plato de sopa boba con, digamos, el Sr. Botín a mi lado!!!