martes, 28 de agosto de 2007

Ideas

Las ideas parecen inagotables… y sin embargo son muy limitadas; sobre todo cuando tenemos un problema que solucionar. Entonces buscamos en nuestra cabeza atisbar una solución, aunque sea circunstancial o cuestionable o eventual, pero nada aparece. Cortocircuito mental.

Recuerdo las palabras de un gran ajedrecista argentino, de mediados del siglo pasado, Roberto Grau a propósito de esto:

“¿Pero cómo hallar la idea? ¿Qué es lo que permite atrapar el sutil hilo del plan? Este es en realidad el obstáculo, ya que los planes no siempre existen de manera definida. Pero quien se grabe en la mente que el plan nace en ajedrez desde el primer momento que se mueve un peón y que su conformación impone el ritmo de la lucha habrá ganado la batalla contra tan difícil interrogante." Roberto Grau. Tratado General de ajedrez. Volumen III (Editorial La Casa del Ajedrez, Madrid), Pag.12-13

Fijaos que no dice como obtener la idea, sino que si uno la encuentra, sobre todo desde el principio del juego, la batalla estará encarrilada. Hay muchos métodos para producir ideas (como el famoso brainstorming, generar ideas sin cesura previa) que son eficaces sobre todo… si hay ideas para elegir; pero que tampoco explican como hacerlas aparecer. Si algún lector conoce alguno que funcione, le quedaría infinitamente agradecido si fuera capaz de escribir en que consiste.

jueves, 23 de agosto de 2007

Escribir

Montaigne escribió sus "Ensayos" para dialogar con espíritus afines. No la gente que le rodeaba, sino aquellos que en lugares y épocas distintas podrían sentir que pensaban y eran de la misma forma.
Escribir es siempre un diálogo, y como tal... la mejor medicina para escapar de la soledad a la que nos somete un entorno multitudinario y a la vez ajeno.
Quizá por esto es que existan tantos blogs, y el número no da señal de decrecer sino lo contrario.
Pero escribir es difícil; se requiere una base cultural mínima, y una voluntad fuerte para vencer las inhibiciones normales en el manejo de una herramienta poco usada. Por ello, quizá, los blogs se llenan de imágenes, dibujos, fotos y frases breves transcriptas literalmente de la conversación cotidiana.
Sin embargo escribir en español no es hablar en español. El idioma por fuerza es diferente ya que el tempo, el ritmo, y el estilo es distinto. Escribir es como hablar, pero como si estuvieramos frente a un inmenso auditorio en silencio... y las palabras resuenan más de lo habitual.
Para aprender a escribir sólo queda escribir; pero no conformarse con lo que sale, sino darle la forma de algo que dure y que, además, llegue a personas desconocidas en un momento ignorado.
No es fácil de explicar... por eso lo escribo (así puedo, yo también, entenderlo).