Ante todo aclaremos que es lo mismo decir "idioma español" que "lengua española", y que es indistinto decir "lengua castellana" o "lengua española". Lengua es igual que idioma, o sea un conjunto de signos organizados en un sistema, para uso de un grupo humano que puede ser reducido o grande, pero que tiene rasgos culturales afines.
Más de trescientos millones de individuos consideran el español como su idioma materno; se necesita sumar a los individuos que hablan portugués, francés, italiano y rumano para alcanzar la cifra anterior. Junto con el chino, ruso e inglés la lengua española es una de las más habladas. En cuanto a vocabulario, el inglés aventaja a las demás lenguas; tiene por lo menos tres veces más palabras que el español, que puede catalogarse como con cien mil; se debe principalmente a la enorme cantidad de términos técnicos y a la gran capacidad que este idioma tiene para formar voces nuevas y asimilar vocablos extranjeros.
En la Edad Media, cada uno de los reinos en que se dividía la Península Ibérica tenía su propia lengua: aragonés en Aragón, leonés en León, etc. Entre esos reinos, el de Castilla fue el llamado a dar unidad lingüística a España. Una vez conseguida la unificación por los Reyes Católicos, el castellano se constituyó en lengua oficial de España, denominación que conservó hasta 1925, en que la Real Academia de la Lengua la cambió por español, respondiendo así a su calidad de idioma oficial de un país.
Distinguimos "lengua" de "lenguaje", siendo este último la facultad que el hombre tiene de poder comunicarse con sus semejantes valiéndose de signos, que él mismo ha inventado de común acuerdo con quienes vive en sociedad. "Habla", se refiere al uso práctico que cada individuo hace de su propio idioma, pudiendo contribuir al enriquecimiento de ese idioma o lengua, mediante el ejercicio cotidiano que hace de él.
Pensamos que no existe derecho para condenar o censurar a un individuo o grupo por usar "mal" determinada palabra o frase, puesto que la calificación de "correcto" e "incorrecto", en este caso, es relativa y depende del mayor o menor porcentaje de aceptación entre los componentes de una comunidad. En otras palabras, el lenguaje que usa la mayor parte de las personas de un lugar o país constituye para ellas su propia norma, y lo correcto es que allí se respete.
Algunos lingüistas afirman que la inevitable variedad regional de la lengua española es sólo el comienzo de su fin; aseguran que esa variedad es el síntoma indudable de que el español empieza a desintegrarse como, en su época, se desintegró el latín. El razonamiento es absolutamente lógico si dejamos que el libre juego de las fuerzas actúe, aunque haya otros lingüistas que sostengan que los actuales medios de comunicación y los rápidos sistemas de transporte serán capaces de conseguir lo que jamás se ha logrado: mantener la unidad de la lengua mediante la comunicación constante.
Existe un grupo de pensantes que se inclinan por lo que llaman la "regla culta". Ésta no es, como algunas personas creen, la que dicta la Academia, sino la que utilizan los hablantes cultos de cada país. Si observamos, dicen, esa "norma culta" como norma prestigiosa y prestigiante, el español de cada región tendrá su sabor propio y no perderemos la lengua española con toda su tradición cultural.
Independientemente de las teorías anteriores y de lo que cada uno de nosotros pueda pensar al respecto, veamos ejemplos prácticos de lo que ha pasado con el español a través de los siglos.
El documento más antiguo escrito en una lengua que ya se puede considerar española o castellana data del siglo X de nuestra era. Se trata de una oración que se encuentra en las Glosas Emilianenses, mismas que proceden del monasterio español de San Millán de la Cogolla. Dice así:
"Con ayutorio de nuestro dueño dueño Christo, dueño Salbatore, qual dueño yet ena honore e qual dueño tienet ela mandacione cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos sie culos. Facanos Deus omnipotes tal sebicio fere que denante ela sua face gaudiosos seyamus. Amen."
De los siglos XI y XII, veamos dos "jarchas" escritas en el dialecto hablado por los mozárabes (los cristianos que vivían en España sometidos al poder de los moros):
" Garid bos, ay yermanellas,
kom kontener he mew male.
Sin al-habib non bibreyo:
¿ad ob lirey demandare? "
" Bayse mew qorazon de mib.
Ya Rabb, si se me tornarad!
Tan mal me deled li-l-habib!
Enfermo yed: ¿kuand sanarad? "
De mediados del siglo XIII, tenemos el llamado Poema de Fernán González (anónimo):
" Por esso vos lo digo, que bien lo entendades,
mejor es dotras tierras en la que vos morades,
de todo es bien conplida en la que vos estades;
dezirvos e agora cuantas a de bondades.
Tierra es muy tenprada, sin grandes calenturas:
non faze en ivierno destenpradas friuras;
non es tierra en mundo que haya tales pasturas,
rboles pora fruta, siquier de mil naturas."